miércoles, 21 de diciembre de 2011

Queda prohibido (Neruda)

Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarte un día sin saber que hacer,
tener miedo a tus recuerdos.

Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños.

Queda prohibido no demostrar tu amor,
hacer que alguien pague tus deudas y el mal humor.
Queda prohibido dejar a tus amigos,
no intentar comprender lo que vivieron juntos,
llamarles solo cuando los necesitas.

Queda prohibido no ser tú ante la gente,
fingir ante las personas que no te importan,
hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
olvidar a toda la gente que te quiere.

Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,
tener miedo a la vida y a sus compromisos,
no vivir cada día como si fuera un ultimo suspiro.

Queda prohibido echar a alguien de menos sin
alegrarte, olvidar sus ojos, su risa,
todo porque sus caminos han dejado de abrazarse,
olvidar su pasado y pagarlo con su presente.

Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen mas que la tuya,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.

Queda prohibido no crear tu historia,
no tener un momento para la gente que te necesita,
no comprender que lo que la vida te da, también te lo quita.

Queda prohibido no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que sin ti este mundo no sería igual

Trenta y seis

Treinta y seis son los años que cumplo hoy. Y lo celebro con vosotros.

Hemos vivido juntos todo este tiempo. Brindemos por ello.

Hemos hecho muchas cosas juntos más todas las que vendrán!

Mi resumen del año es:

"El motor de tus ilusiones está dentro de tí. Hay que ingeniárselas para, año tras año, hacer que ese motor siga funcionando y que no pare"

Brindo por vosotros y por el nuevo año 2012 que nos está esperando ahí, muy cerca.

y... tened cuidado!! que os estaré "vigilando"

jueves, 15 de diciembre de 2011

Vidas sin horizontes vitales

Veo vidas sin horizontes vitales, con índices de felicidad bajísimos, aún cuando vivimos en un primer mundo en el que tenemos una gran capacidad de elección.

Tenemos de todo, por suerte, podemos comer cada día, tomarnos un café, vestir, comprarnos algún capricho de vez en cuando, tenemos una casa, un coche, un smartphone, salud (no olvidemos que es lo más importante), un trabajo (en segundo lugar después de la salud, hoy día, es un lujo que muchos no tienen tampoco) e incluso planeamos una o varias cenas semanales con los amigos y alguna que otra escapada de fin de semana.



Pues bien, a pesar de eso me encuentro con vidas vacías, sumidas en pensamientos negativos recurrentes. Algunas vidas con problemas reales pero algunas otras con problemas que a mi entender no son problemas sino que muchas personas sólo dedican su tiempo a mirarse su ombligo. Egoístas puros, reparten a diestro y siniestro sus problemas, chupándote toda tu energía vital. Llegan, se descargan dejándote cargar con su mochila repleta de preocupaciones vanales. Y luego se van.

Estas personas no te aportan nada absolutamente en tu vida, yo te aconsejo que si detectas este tipo de personajes huyas, los esquives y sobre todo, no les des tu móvil porque te utilizarán como pararrayos en su próxima bajada anímica (o desequilibrio emocional).

Rodéate de buena gente con la que se pueda tener una buena conversación de temas variados, gente que sepa compartir sus preocupaciones y ocupaciones contigo pero que sea recíproco.

Es difícil pero con el tiempo me he vuelto bastante selectivo con mis amistades. Con veinte años todos eran colegas, camino de los 40 las cosas cambian y uno no está en sintonía ya con muchas personas. Evidentemente yo respeto a todas las personas pero no comparto algunos estilos de vida.

En otros países seguramente las personas se preocuparán cada día por cosas muy diferentes, seguramente incluso en nuestra gran ciudad habrá personas cuya preocupación sea la de poder comer cada día.

No olvidemos la gran suerte que tenemos, somos unos privilegiados. Seamos humildes y conscientes de nuestra situación, por muy mala que sea valoremos los problemas en su justa medida, siempre habrá personas que tengan problemas de verdad y en muchos casos irresolubles.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Fin de año 2011: la vida es cambio. Vida 3.0

Se cierra el año y la vida continua.
Podriamos decir que lo aprendido este año está claro: no hay nada estable, fijo sino que la vida es cambio.
Este sería el resumen.
Me quedo con la duda de quién maneja esos cambios, si un destino o uno mismo, si estaba escrito o buscamos nosotros esos cambios desde nuestro interior.
El efecto de los cambios es ver la vida desde otra óptica porque cambias tu sistema de referencia, tu punto de vista, allí hacia dónde estabas enfocado, ahora la vida gira y te cambian los personajes, el escenario.
Al menos, aunque cambies de escenario, se te permite mantener algunas personas que siguen en tu camino acompañándote, ahora, en esa nueva realidad.
Como en la telefonía móvil, en las telecomunicaciones, yo digo que estoy en una vida 3.0.
La primera de mis vidas, cuando nací y con mi familia. La segunda de mis vidas, con mi pareja hasta mi separación. Y ahora en mi nueva vida, anhelando nuevos horizontes, en una vida 3.0.
Este giro, sorprendente, de cambio de escenario, pone a prueba tu capacidad de adaptación a una nueva realidad: un nuevo barrio, una nueva situación económica, nuevas personas que aparecen en tu vida, nuevos hábitos.
En el fondo todos queremos amar y ser amados. Todos queremos ser felices. Todos queremos pertenecer a un grupo, tener una referencia, que alguien nos cuide y que alguien se preocupe por nosotros.
Sea como sea el cambio de escenario hay constantes vitales que por suerte se repiten.


Un amigo mío me dice que tengo una gran capacidad de adaptación  y de regeneración porque él opina que en muy poco tiempo me he levantado y he reorganizado por completo mi vida. Yo no lo veo como algo heroico pues me está constando y me cuesta mucho, pero está claro que a veces uno toma decisiones de las que tiene que ser coherente o por lo menos eso intento.
No sé qué deparará el 2012, si será mejor o peor pero algunas cosas están en nuestras manos, tengamos pues confianza en que paso a paso construiremos nuevos horizontes.
Vivir al día parece ser que es algo que en mi entorno practican muchos amigos míos de mi edad. Algunos ya se han planteado incluso irse fuera en busca de nuevas oportunidades.
Qué incierto es el futuro, pero para qué preocuparnos si tan sólo tenemos el hoy, el ahora.
Os deseo que tengáis un feliz 2012, seáis libres y tengáis suerte en vuestras vidas.

La libertad deseada

Muchas veces no somos libres aunque pensamos que realmente lo somos. No lo vemos, estamos metidos dentro de un círculo que nos impide ser libres.

A veces somos dependientes económicamente de alguien por puro interés o también es posible que seamos emocionalmente dependientes hacia alguien o incluso ambas cosas.

La verdadera libertad personal y el crecimiento de una persona empieza a ser posible cuando rompemos estos lazos de dependencia económica y/o emocional.

Conozco a personas que están sumidas en esta dependencia emocional y/o económica pero no lo ven y es difícil salir de ahí cuando se está dentro. A cambio, por supuesto, reciben ciertos beneficios que les impiden romper con esas dependencias por su propia comodidad, interés o egoísmo. A mi entender, en ocasiones, por contra, el precio a devolver es muy alto porque jamás conseguirán el desarrollo personal que se merecen, porque jamás serán realmente libres, porque jamás podrán construir un proyecto con otra persona realmente en común con todo lo que eso implica que no es más que el compartir riesgos al 50%.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Simetría del amor

Mi calor, mis besos, mis abrazos, mi inteligencia, mis ilusiones, mi tiempo, mi alegría, mis anhelos, mis ganas de hacer cosas, mis ganas de compartir el tiempo de esta vida contigo deben coincidir con tus ganas de compartir el tiempo de esta vida conmigo, tus ganas de hacer cosas, tus anhelos, tu alegría, tu tiempo, tus ilusiones, tu inteligencia, tus abrazos, tus besos, tu calor.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Hacerse mayor

Hacerse mayor, después de todo lo vivido, no es ningún premio si no crees en un más allá, en una reencarnación de tu alma o en algo que dé sentido a este hecho.

Veo a mi padre hacerse mayor, perdiendo sus facultades físicas y quizás algunas mentales y eso me entristece mucho. Lo veo solo pues su situación es esta y muchos días pienso en que la soledad desgasta a uno cada día y quizás por esto también lo veo más envejecido.

El día a día que tenemos actualmente no deja espacios (o no los buscamos) para escuchar a aquellos que durante toda su vida han luchado y trabajado para que nosotros los hijos podamos tener la vida que ahora tenemos.

Egoísmo de los hijos o no, es la realidad.

Recuerdo a mi padre fuerte como un roble, él siempre tuvo un carácter fuerte y si veo en lo que se ha convertido ahora y en su decadencia a nivel de salud y estado físico me doy cuenta de que en la vida hay que aprovechar cada minuto porque, señoras y señores, el tiempo no perdona a nadie.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Pasado o futuro

"Solo depende del momento, de la distancia que has recorrido y de lo que puedas imaginar que estás viviendo.

El niño vive con intensidad cada día. Ignora la magnitud de la vida. En cambio, todo lo que tiene entre sus manos es futuro. Esta ignorancia vital le permite ser feliz cada minuto, disfrutar de cada momento, ilusionarse con lo que tiene entre manos, pensar solo en lo que está viviendo.

El que obtuvo sabiduría con los años, ha aprendido a disfrutar con cualquier pequeño detalle y desgranar ese conocimiento en momentos de felicidad y satisfacción por todo lo conseguido y vivido. Esta conciencia del paso del tiempo, de todo su tiempo, le permite ilusionarse con cada nuevo minuto, reconocer su victoria, rememorar tantos hechos, buenos y malos momentos, hacer recuento y construir buenos deseos.

El que está en el camino, duda, tiene miedo, se pregunta cuánto trecho le espera, se arrepiente de algún paso en falso, se distrae pensando cuánto ha pasado y cuánto pasará. Y se pierde la vereda, la sombra de algunos metros, el sol que luce espléndido, las curvas que está siguiendo, las huellas del suelo, las manos que aprieta, el corazón que riega su ansiada existencia.

Todos somos niños, caminantes distraídos, y sabios, a medida que pasan los años. "

(Escrito de Sara)


jueves, 10 de noviembre de 2011

El hoy que debiera construir el mañana

Nuestro día a día debiera determinar nuestro futuro. Yo voy y me río. La vida es impredecible, todo aquello que soñábamos ser de pequeño en muchos muchos casos ha quedado atrás.

Incluso hoy día las personas no hacen planes para nada, almenos yo no me planifico más allá de 3 o 4 días vista. Porque una de las lecciones que te da la vida es que a veces no puedes (o no debes) planeártela (ni que te la planeen).

El resultado a veces puede sonar a que vas sin rumbo, pero es que hay épocas en que es mejor no coger planos ni GPS y dejarse llevar. Porque, algunos pensamos que lo que será para tí, lo que la vida te deparará, estará ahí y se cruzará en tu camino.

Los sueños y anhelos de la mayoría de los mortales se entremezclan en un día a día que no nos deja mucho tiempo para pensar, para decidir, no tenemos ni margen de maniobra, ni somos lo suficientemente valientes para dar un salto al vacío porque tampoco tenemos mucho margen de error.

Sólo los valientes toman las riendas de su vida, definen unos objetivos y luego ponen en marcha el plan de acción. Éstos, los que arriesgan, son los que están acostumbrados a caer y levantarse como lo hacen los niños pequeños, como si nada.

Luego hay una gran masa borreguil que sigue el rebaño, día tras día, año tras año. A veces lo difícil es salir del rebaño o estar en él, según se mire.

El hoy que debiera construir el mañana no es garantía, en un mundo cambiante, de nada.

Tus acciones presentes no tienen porqué apuntar hacia un futuro, ese futuro, que tú esperas. Porque como si de un golpe de viento inesperado que gira la veleta puede cambiar el rumbo de tu vida y llegar a la conclusión de que todo aquello que tenías como "seguro" ahora ya no lo es.

Prefiero quedarme, de momento, con el ahora, como una barca en un pueblecito de la costa, varada, porque el mañana ya se verá.

Las pérdidas

Escrito de mi hermana Sara

<< Somos como las sociedades anónimas. No nos sientan bien las pérdidas.

Las personas, grandes y pequeñas, no están preparadas para dejar nada de lo que tienen. Sólo sabemos afrontar las ganancias. Como la bolsa. Sólo nos favorecen y nos engrandecen las nuevas adquisiciones, humanas y no tan humanas.

Es el gran egoísmo de nuestro corazón. Se alimenta de todas las muestras de amor que le ofrecen, y suele devolverlas a sus anchas. Pero no sabe vivir solo con el pasado, necesita un presente y un futuro, que le asegure siempre su realimentación. Necesita siempre más, porque suele derrochar. Como los ricos.

Nadie ansía la pobreza de su espíritu. Nadie aspira a no amar a nadie. Pero cuántos corazones desvalidos vagan por el mundo… Están en bancarrota. Y ya no tienen nada para seguir comerciando amor.

Cuán difícil aprender a aceptar y a encajar las pérdidas, más difícil cuanto más ligadas directamente a nuestros beneficios emocionales. Aquí no hay banco ni gobierno que pueda rescatar nuestros corazones.

La crisis ha golpeado al mundo. La crisis financiera, económica y empresarial. Pero el mundo ya vivía con este balance desequilibrado. El mundo ya pertenecía a muchos corazones desesperados.

Hay que bajarse la esperanza, descargarse un montón de programas de nuevas razones para seguir viviendo. Y darle más subvenciones a los proyectos que reactiven tu amor. Invertir en esa materia prima, como recomiendan los gurús de la economía más avanzada del mundo. Esa materia prima siempre está ahí. Aunque a veces arroje pérdidas, y sobre todo en épocas de crisis, es un buen (valor) refugio.

Aunque hayan sufrido pérdidas, confíen en una nueva reinversión.  >>

Totalmente de acuerdo con la última frase, después de una gran pérdida hay que confiar en una nueva reinversión. Las personas necesitamos querer y que nos quieran. Y eso constituye, en mi opinión, una apuesta. Eso es lo que precisamente hacen los inversores: invertir. Y toda inversión conlleva un riesgo que se debe correr: a veces se gana, a veces se pierde, pero siempre habrá valido la pena hacerla, en cualquiera de los casos.

Yo os animo a reinvertir en todo aquello que considerábais que estaba perdido: en vuestra fe por creer en las personas, en el amor. Yo estoy en ese camino. Me he caído pero me he vuelto a levantar. Y sigo con esa esperanza que mi hermana Sara comenta. Descargarse el programa de la esperanza en un día a día gris en el que los únicos que podemos darle un toque de color somos nosotros.



viernes, 4 de noviembre de 2011

A Toni

Te recuerdo como mi hermano.

Ahí estás y ahora ya han pasado 20 años que no hablamos.

El tiempo nos separó, los caminos se unirán quizás algún día.

Marcas un camino junto a los que nos dejaron.

No te olvido.

LLorar y reír

Ríe, es bueno.

Llora, es bueno.

Llora y ríe a la vez, es aún mejor.

Llora solo o con alguien que te quiera

Ríe solo o con alguien que te quiera

¿qué diferencia hay entre reír y llorar?

Derrota y oportunidad

Has caído y ahora, aunque tarde, te das cuenta.

Levántate, te dice el universo.

Levántate, porque es ahora cuando debes hacerlo.

Levántate, ahora es tu momento.

Levántate y lucha de nuevo.

Después de cada derrota viene algo bueno: la vida te da siempre una segunda oportunidad


Ese momento

Alimento del alma, el café de mis mañanas.

Ese momento en el que me explicas cómo estás, ese momento en el que todo se para a nuestro alrededor.

Ese momento en el que confiesas que soy importante para tí, lo mismo hago yo y te lo digo.

Ese momento en el que me acompañas cuando te necesito.

Ese momento en el que escribo estas líneas para tí, que me lees.

Ese momento en el que me abres tu puerta, ese momento en el que me reencuentro contigo.

Ese momento en el que me explicas cómo te ha ido el día.

Ese momento en el que nos despedimos hasta un nuevo encuentro.

Ese momento en el que te envío un mensaje y tú me contestas.

Ese momento en el que tú sabes que estoy pensando en tí, aunque tú no lo sepas.

Ese momento en el que revivimos épocas pasadas y miramos juntos hacia el futuro, pero decimos que no, que ahora lo que toca es vivir el ahora.

Ese momento en el que preparamos juntos la cena y cenamos juntos. Recogemos la mesa, explicamos cómo ha ido el día, cansados de la jornada.

Ese momento en que me reencuentro conmigo mismo, solo, ese momento preciso en el que la vida te recuerda qué caminos debes elegir.

Ese momento en el que hablamos de nuestros fracasos y de nuestras ilusiones.

Ese momento en que caes y te vuelves a levantar.

Ese momento en el que nos amamos.

Ese momento en el que escucho mis discos en el coche, me paro en un semáforo y veo el día a día detrás de un cristal.

Ese momento de risas con mis compañeros del trabajo.

Ese momento en el que llamo a un amigo y me explica qué hay de su vida.

Este momento en el que acabo de escribir estas líneas, te recuerdo.


jueves, 3 de noviembre de 2011

Un alma de papel

(Manolo García, Los días intactos)

Hoy que ya lo sé,que te he amado tanto,
se rompe mi canto en la orilla opuesta a la que puese proa.
Me cuesta alejarme de esa turbulencia,
de ese desatino que fue mi vagar
ungido a un destino que excelso creí y que fue casual.

Un alma de papel es lo que necesito,
un alma de papel y alambre.
Un alma de papel es lo que necesito.
Y espinas y malas hierbasque enciendan mi dormida carne.

Petrificarme por lo que haya de venir,
dar sin pedir,reir,llorar,reir.
Dulcificarme por lo que pueda ser,
a evaporarse aprender.
A saltar los cerrojos que encarcelan el alma.
No acudir a citas en las que el corazóntenga que golpetear desganado.

Un alma de papel es lo que necesito,
un alma de papel y alambre.
Y espinas y malas hierbas
que enciendan mi dormida carne.

Un alma sin esquinas,eso necesito.
Un alma de secuencias vanas.
Un alma no surrecta es lo que necesito
y engaños y abalorios
que deslumbren la desgana.

Me cuesta saberme paria desahuciado,
pez ultramarino de un fondo coral.
Neptuno abatido
que despanzurrarse sin pestañear.

Un alma de papel es lo que necesito,
un alma de cordel y esparto.
Un alma de papel es lo que necesito.
Y botas de siete leguas
que aviven mi dormido paso.


http://www.youtube.com/watch?v=AsPK137fcgc


Aprender de lo malo y lo bueno

En esta vida estamos para esto: para aprender.

Para levantarse después de cada caída, de cada hecho que nos hace sentir mal. Pero no todo es malo. A veces también tenemos éxitos personales, pequeños que dejamos pasar de forma desapercibida.

También debemos aprender de lo bueno. De todo eso que hacemos por nuestro compañero de trabajo, por nuestros hermanos y vecinos, poniendo una sonrisa en esas pequeñas cosas que día a día suman años.

Yo sigo creyendo en las personas, son las que hacen que la vida funcione. Es cierto que el mundo está lleno de gente mala, pero creo que este es un porcentaje mínimo, aunque se lleven la atención.

De la gente buena y lo hechos buenos, no se habla, porque parece que no aporta nada. Al contrario, aporta muchísimo más que un acto feo.

Cuando pensamos en que cada día le ponemos una sonrisa a las cosas y una cierta dosis de fe (que cada uno de vosotros llame fe a lo que quiera) entonces las cosas salen bien.

A pesar del día a día, de ese día a día que a veces es un tanto gris, yo intento ponerle la sonrisa porque la vida es como el mar, te devuelve lo que siembras.

De lo malo se aprende, de lo bueno deberíamos aprender también.


jueves, 27 de octubre de 2011

La vida

Tomo de mi hermana unas frases que hoy me ha escrito. Y las comparto con vosotros. Si tenéis hermanos o hermanas y los queréis como yo las quiero (a mis hermanas) sabréis que siempre estarán allí, pase lo que pase y en cualquier momento de tu vida, bueno y menos bueno.

"La vida es cambio. Pero también, el cambio es vida.  Y lo inteligente es adaptarse al cambio.
Así que ahí vamos…."

y un fragmento de un escrito que hoy me ha enviado:


"Sienta bien escribir. Ha sido una buena herencia.

Al menos puedes quedarte desnudo y mostrar todo tu interior, sin necesidad de quitarte la ropa idem.
Puedes gritar, sin necesidad de hacer daño al oído.
Y puedes hablar con quien quieras, no hacen faltan ni teléfonos ni malditas redes sociales.
Puedes dejar ahí todos tus sentimientos, no te da vergüenza.

Todo eso, y mucho más, es difícil en nuestro estilo de vida.
No hay tiempo y no queda bien.

Te felicito, y te envidio, me encantaría tener un poquito de tiempo para escribir, también.

Este año a mí también me han dao’, pero otra buena herencia fue la lección aprendida: no hay que tirar nunca ninguna toalla.
Estoy leyendo un libro de Rojas Marcos titulado “Superar la adversidad”, muy apropiado, no?,
y estoy convencida que podrás superar muchas cosas que este año estás sufriendo, y deseo que así sea.

Según este doctor ahí tienes algunos pilares que te harán superarla: tus conexiones afectivas, presentes o pasadas,
tu autoestima, el pensamiento positivo, el buen humor…."

Mi hermana es un claro ejemplo de superación.


El ritmo de los días

Es muy curioso todo lo que estamos viviendo en estos últimos tiempos. Yo recuerdo de pequeño que volvía a casa de mis padres y me decían: te ha llamado el Manolín que quiere saber si has hecho los deberes, que tú sabes de números y se ha encallado en el problema 3.1, que le llames que tiene dudas…
Y tú descolgabas aquél teléfono que tenía un disco que giraba con los números, color gris del régimen y lo llamabas. Se ponía su madre, a la que saludabas y seguidamente Manolín, si estaba, te preguntaba por el problema de mates, en otros casos si tenías algún ligue pasabas el cable por la puerta y la cerrabas para que no te escucharan la conversación. Y punto. No habían ni inalámbricos.
Ahora la (sobre)información es al milisegundo, entre los e-mails i los faceisbuks i los tuiters y su puta madre todo va a un ritmo que te cagas.
Y lo más jodido es que se pierde el contacto humano, con lo guai que es cogerle el moflete a tu chica preferida! O darle un abrazo!. Pues no, tócate los pies, pones algo en el facebook y el feedback es un puto “me gusta”… el qué te gusta ¿yo? ¿lo que he escrito? Mierda, por Dios, opina, coño… pero no, es que ese “me gusta” es instantáneo, lo que tardará tu cerebro en hacer un click sobre el ratón o.. qué cojones, sobre la pantalla táctil de tu “Iphone4 mega Smartphone v.24.”
Ahora, además, para quedar con la gente, ya casi que hace falta tener una astróloga de pago porque claro, estamos todos TAN OCUPADOS en hacer planes que lo que se nos va pasando es la vida planificando múltiples opciones, haciéndolas cuadrar: “espera que si me da tiempo, después de comer, cojo el coche (estaré en VIC) y luego quedaré contigo para tomar un café, serán sólo 10 minutos, lo siento, porque luego he quedado con Ana para vernos unos minutitos y después tengo una cena en casa de Mario… si no llego te envío un SMS, eh?”
Joder, putas prisas. Y así vamos.


Por no citar a los/las megaestresados/as del trabajo, van todo el día con un petardo en el culo, “.. no puedo,… tengo retraso.. tengo que entregar lo que debería haber entregado hace 1 semana, es que verás, mi jefe está en Acapulco y hace un mes, como me han hecho “Product Magager” y han despedido a tres de mis compañeros ahora, mientras hago el trabajo, me pongo una escoba por el culo y barro y si suena el teléfono y tengo unos auriculares manos libres, mientras redacto el proyecto contesto las llamadas de los clientes, mientras con la otra mano me remuevo el café, porque claro, qué menos que podernos tomar un cafelito después de lo que curramos no?”
Pues sí… esta es la vida que nos hemos montado los humanos, ser que se diferencia del reino animal por algo que llaman “inteligencia”.
Luego está el tema de la capacidad de elección del plan que “más nos interesa”, es decir, tú pones en marcha para un sábado por la tarde 3 cosas y al final haces lo que más te conviene. Tengo un amigo que es un experto en el método, dice sí a todo y luego elige. No está mal, es una expresión del egocentrismo del día a día, apoyada por las nuevas tecnologías. Claro, como tienes tarifa plana les enchufas a los que dejas colgado un super mensaje multimedia con una foto junto a la chica con la que has quedado y les dices: “mirad capullos qué bien me lo monto, claramente prefiero estar con Marta, medidas 90-60-90, de ojos azules y rubia, que con vosotros yendo a comer unas bravas y hablando de guarradas”. Yo debo reconocer que por mi amplia agenda social últimamente no me ha quedado más remedio que hacer esto pero claro, luego uno tiene su conciencia y le sabe mal.

Finalmente el tema de la planificación de los viajes en grupo… a quién ha tenido el placer de organizar un viaje en grupo que nos cuente su experiencia. Yo he estado a punto de sucumbir a un viaje en grupo en el que las decisiones a tomar eran tan lentas que estuve a punto de cortarme las venas. Así que he decidido, o bien irme solo o bien esperar a ver si encuentro a alguien con un poco de marcha en el cuerpo. Me diréis,… esto de los viajes es otro tema… no.. me refiero a los ritmos.. a que por un lado están los ultra-rápidos y por otro lado la gente que cuando se corta pide unos fartons para merendar su propia sangre, léase, horchata.
Y hasta aquí mis reflexiones del día,… todo va muy rápido, que paren el tren que me bajo!

2011

No sé si a vosotros os pasa lo mismo que a mí. Espero que no, porque este año 2011 lo defino como el año de la inestabilidad.
Algo inestable está en un movimiento continuo. Es algo que va contra natura, los sistemas tienden al reposo, a la mínima energía.
Este año no está siendo así, quizás esto sucede para salir de una posición de reposo y cambiar a otra que está por llegar.
Las relaciones interpersonales son efímeras, superficiales.


Todo el mundo busca “algo” que ni uno mismo sabe muy bien definir pero que le impulsa a moverse para, a futuro, conseguir una ansiada felicidad.
No olvidemos el presente, cada instante, para su disfrute, no sea que ni seamos felices en cada instante ni en el futuro.
Todos queremos amar y ser amados, encontrar y ser encontrados, enamorar y que te enamoren, que nos tengan en cuenta, que tengamos la sensación de permanencia en algún grupo.
Pregunto a la gente de mi alrededor si es feliz, la mayoría tienen cosas que le impiden ser felices. Seguramente si buscamos el positivismo en nuestro día a día encontraremos detalles, que aunque pequeños que sean, nos ayudarán a avanzar.
Estoy seguro que si pensáis bien, habrán momentos de vuestro día a día que os harán feliz. Nadie habló de que fuera fácil la vida pero es mejor luchar y pensar que todo irá bien a lo contrario, puesto que lo contrario no nos aportará nada bueno y malbaratará nuestra energía.

Tú, yo, nosotros

Cómo es la vida
Tú, con tu reto para toda tu vida
Yo, ahí, ilusionado.
Tú, con tu trabajo, ocupada
Yo, lo mismo con el mío
Nosotros, besándonos y abrazándonos: lo mejor de la semana
Tú, que eres buena persona
Yo, con mis quehaceres rutinarios
Tú, con los tuyos
Nosotros, haciendo el amor
Nosotros, nos tenemos
Nosotros, la ilusión de hoy que nos hará avanzar hacia el mañana
Tú, con tu maquillaje matutino
Yo, con mis discos en el coche
Nosotros, iniciamos nuestro día a día: tenemos mucho tiempo por delante y muchos sueños por cumplir
[…]
Tú y yo, que vivimos el día a día, contentos y agradecidos por lo que tenemos:
 a tí, a mí, a nosotros.

Ya va siendo hora…

De pensar qué queremos hacer realmente con nuestras vidas.
Con mis treinta muchos inicio una revisión de mis objetivos vitales ahora que creo que he consumido “medio depósito”. Es lo que toca.
Estoy cambiando muchas cosas en mi vida, poniendo y quitando, siempre hay “constantes” (me refiero a personas).


Algunas personas que estaban ya no están y algunas personas que no estaban están y me están ayudando a dar pasitos pequeños pero los grandes logros están llenos de muchos pasitos…
Quiero aprovechar mi vida porque siento que sólo se vive una vez.
Sin hacer daño a nadie, uno de los objetivos vitales que me planteo es que la gente me quiera y si algún día falto se acuerde de mí. Ahí lo dejo.
Soy ávido de cariño, como los niños chicos.
El próximo lunes hace 10 años que mi madre perdió una batalla contra el cáncer. Y no hay día que no la recuerde.
¿Será porque era buena persona? ¿será porque dedicó su vida a todos los que quería: hijos, marido, vecinos de su entorno más próximo, hermanos y hermanas, sobrinos y sobrinas, nietas…
Así que, aprovechemos la vida y disfrutemos de ella mientras haya salud. No perdamos en tiempo en chiquilladas o malos rollos, exprimamos la vida como las naranjas! (siempre acabo hablando de algún fruto).
Porque no hay más… el resto es sólo el humo del incienso.

Mis dos nuevas amigas

Todos me comentan que pasarán y que con el tiempo todo se arreglará.
Sustituyo mi situación inicial, quizás más de pasotismo o rabia, por la tristeza.
Es una sensación indescriptible, un sentimiento profundo que lo tienes ahí por todo tu cuerpo y es difícil de expresar con palabras.
Espero que algún día vuelva a estar contento, me acompaña la soledad y la tristeza, mis dos nuevas amigas.
Hoy  no escribiré más, porque no hay nada más que decir. Con lo dicho ya es suficiente.

Ser más abierto y vivir

Ser más abierto y vivir: conocer a nuevas personas, exprimir los días, hacer lo que te gusta, sin hacer daño a nadie, respetar los gustos e intereses de los demás, quedar con gente guapa, trabajar, reír, llorar, sufrir, emocionarse, darse algún caprichito de vez en cuando, decir lo que uno piensa, sin miedo, expresar cómo se siente uno, alegrarse por el otro cuando le cuenta que va a hacer algo que realmente le gusta y motiva, amar a otro, hacer el amor, pasarte horas besando a la persona que más quieres, estar por todos y que todos estén por ti, notar que la gente te aprecia y te quiere, ser optimista y realista (que no pesimista)… es que estoy empezando a aprender a entender lo que finalmente viene siendo ser abierto y vivir. Por fin.

Los hombres de la limpieza también son inteligentes

Esto es lo que opino de Matías, mi colega de la limpieza. Él no es de la empresa de donde trabajo pero es un tío inteligente.
Siempre está de cachondeo pero hoy, al enterarse de mi situación personal, de mi separación, me ha dicho: eso debe ser muy duro.
Cuánta razón tiene Matías. Y me ha estado comentando que él no se imagina pasar por esto, que lleva con su mujer desde el 83.
Que claro, has hecho tantas cosas en común, los primeros viajes, montar una casa, casarse, que cuando hay tantos años de por medio cuesta olvidar.
Este buen hombre me demuestra día a día la gran persona que lleva dentro y añade: cuando necesites desahogarte por aquí estaremos.
Creo que se ha quedado un poco flipando, de hecho me ha preguntado desde cuándo, le he dicho que desde Abril.
Y me dice: pues vaya semana santa que te habrás pasado.


También comenta que el que se piense que esto se cura de un día a otro deberá tener una neurona y con cáncer.
También comenta lo de que es una suerte no tener hijos, que eso complica y que además ellos acaban pagando el tema de los padres. También tiene razón.
Matías es un tío de puta madre. Lo digo sin hacer la pelota, es un tío que carbura. Si no lo conoces dirías que está un poco pallá  pero no… tiene criterio y opinión, a sus 56 años es un tío que lo pasó mal, cuando me explica que por allí por los 80 se quedó sin curro con una niña pequeña y que iba a pedir trabajo cada día, a lo que saliera.
Me da la sensación que es un tío que no ha tenido suerte en la vida en algunos aspectos, quizás en lo económico, pero es un tío que puede estar contento por la inteligencia que tiene. Porque he conocido a muchos ingenieros mil veces más gilipollas y engreídos que él.
Aunque no lo sepas, hoy, gracias, Matías, tu conversación me ha ayudado a seguir hoy en un día también gris.

A mi ángel de la guarda

Sé que estás ahí.
Aunque me tendrás que disculpar porque últimamente me he olvidado un poco de tí.
Eres generosa como cuando estabas entre nosotros.
He sentido que me he perdido.
Pero tú sabes cómo volver a ayudarme y reconducirme.
Cuento contigo.
Perdóname porque siempre olvido lo más básico y me pierdo entre la niebla de los días.
Cuento contigo.
Ahora más que nunca, te necesito.

Esencia personal

No la pierdas nunca, amigo, o el resto del mundo dejará de quererte.
Es así.. si pierdes tu esencia y no eres tú, entonces ni te querrás a ti mismo ni te querrán los demás.
Recuperala si la has perdido, piensa en quién eres, tómate tu tiempo y que no se repita.
Sólo siendo uno mismo, reconociéndote a ti mismo, con todo lo bueno y malo que tengas, estarás realmente abierto al mundo.
El mundo por otra parte te tiene que querer como tú eres, te debe aceptar.
El mundo son las personas.

Decidir

Cruce de caminos, ahora toca elegir.


Dejar el sendero por el que vas para coger otro por el que no sabes a dónde te llevará.
La vida te presenta encrucijadas cuando menos lo esperas.
Cuando elijas, no mires atrás.
Porque tampoco vale la pena preocuparse por aquel otro sendero, por lo que hubiera pasado si lo hubieras tomado, nunca lo sabrás.
Hay que ser a veces un poco valiente y afrontar los retos y los cambios.
Alguien me dijo algún día que quién no arriesga no mejora.
Y si erras tu elección te servirá para aprender y por lo menos tendrás que reconocer tu valor.
Cambiar cuesta, porque tendemos a la comodidad.
Pero la rutina también nos impide experimentar cosas nuevas que pueden ser buenas para nosotros.
Si estás convencido cambia, si no, párate, no dés ningún paso en tu vida si no estás convencido de ello.
Los miedos te paralizarán pero la vida te impulsará a cambiar, cuando menos lo esperes porque te estará esperando algo mejor.
Si tú no cambias la vida hará que cambies. La vida se encarga de ello, vela por tí.

“Sensatez crónica. Johnny, la gente está muy loca”

Mientras iba para el trabajo Mariano de la Cierva pensaba en su día a día. No estaba especialmente contento con su rutina diaria, sobre todo porque llevaba ya 23 años haciendo lo mismo. No eran 23 años de experiencia, era 1 año repetido 23 veces.
Se preguntaba si era feliz, su relación con su pareja tampoco era para tirar cohetes, un polvete semanal siempre en la misma postura, su hija ya de 18 años pasaba de él y de su madre, no tenía apenas amigos porque siempre había hecho vida familiar y su suegra estaba dando por el flending cada vez más fruto de su vejez.
Mariano de la Cierva era maquinista del tren de la L1 un trabajo nada apasionante si tienes en cuenta que vas bajo tierra. El tren es semi-automático, tiene un sistema que hace que la mano del conduntor está en un potenciómetro y hay que llevar pulsado un botón para asegurar que está el conductor controlando el ritmo.
Los espejos retrovisores se abren neumáticamente en cada parada y Mariano se paraba a pensar en las personas que entraban y salían cada día del vagón.
Aquella chica con minifalda, aquél anciano desarreglado, aquel inmigrante con el acordeón, aquel turista japonés cámara en mano, el segurata con el perro, el perro-flauta con el iPhone (porque sus padres son de Sant Cugat) y el ejecutivo triste que cree que por llevar corbata es más guai.
El estudiante con la carpeta de la UPC o de la UB, da igual, que se siente orgulloso de ser ya universitario, de ser guai también.
El metro se detiene en Hostafrancs y bajan los chicos guapos que viven en este barrio con su mercado, su Abacus, su Opencor y sus fiestas de finales de verano.
Mariano de la Cierva acaba el turno y se toma un cortado en el bar. Él vive en Hospitalet, justo en el barrio de la Torrassa. Aquí cada vez son más los inmigrantes que arman follón “que no sabe dónde se ha metío” pero le gusta el ambiente de barrio, ese barrio en el que muchos andaluces, como en otros barrios, llegaron por allí en los 60 cargados de ilusiones por formar una familia.
Mariano no tiene Facebook y tampoco Blackberry ni iphone ni ningún otro tipo de Smartphone de esos que te esclavizan a cada momento.
Tampoco tiene hipoteca porque ya la tiene pagada, gracias a sus tíos pudo acceder a una vivienda que le costó 360.000 pesetas de aquellas.
No hace vacaciones en Canadá por tres semanas porque su sueldo no le llega ni tiene esa intención de ser fashion, usa camisas del Carrefour.


Tampoco va a meet up’s ni conduce un Honda. No le hace falta, tiene un Seat Málaga de las olimpiadas y como apenas lo usa lo tiene aparcado en la calle en la zona verde, total paga 1 Euro a la semana.
Mariano se reúne con sus cuñados, hermanos de María, su mujer, de cuando en cuando, va a la Vía Julia, que es allí donde viven.
Van a compra un pollo allas’t los domingos y con 4 cervezas y una ensalada pasan un rato agradable. Luego juegan al cinquillo por la tarde del domingo y así la matan, entre todos.
A sus 54 años no tiene ya muchas ilusiones, la verdad. Quiere que su hija estudie pero la niña está por los chicos, a su edad, esos 18 y por ganar dinerillo para salir los fines de semana.
Ahora trabaja en el Pull&Bear doblando camisetas, se pasa el día doblando camisetas de la gente que va en manada al centro comercial Gran Vía 2 y lo dejan todo hecho una mierda. Todas menos la que se quedan, esa la tratan muy bien porque la pagarán y será suya. Y a la niña, esa que gana 576 € netos al mes, que le den.
María limpia escaleras a ratos, cuando le sale y cuando no le duelen los brazos. Va por ahí su buenhacer de boca en boca y mira, algún caprichito se da de cuando en cuando. Como tienen el piso pagado la verdad, aunque la vida que tienen es austera, van tirando.
Mariano de la Cierva piensa en jubilarse en TMB, entró con 31 años y allí sigue, en su metro. Piensa: que no me falle el trabajo que a mi edad será jodido perderlo.
Vidas grises pero vidas.
A qué distancia estamos nosotros de estas vidas. Somos jóvenes, tenemos ilusión, tenemos buenos amigos, buenas familias, a veces dificultades pero tenemos muchas muchas posibilidades de elegir. Vamos a cenar 2, 3 o hasta 4 veces fuera de casa por semana, en verano nos vamos de vacaciones, tenemos internet en el móvil y podemos ir a bailar al Hyde. Y a veces no somos felices. Tócate los cojones!
Tenemos formación, ganamos más de 1000 € al mes (o mucho más), somos libres porque podemos (hasta ahora) elegir qué hacer en nuestras vidas.
Amamos lo que nos dejan, a veces ni nos amamos a nosotros mismos con todo lo que somos y a veces nos dejan en la cuneta porque no cumplimos con las expectativas del otro ni el otro con las nuestras por puro egoísmo.
Yo pienso últimamente, “Johnny, la gente está muy loca” y pienso que es verdad.
Deberíamos estar agradecidos por todo lo que la vida nos ofrece porque muchas personas no tienen ni una décima parte de las posibilidades que nosotros tenemos.
Por eso os digo, amigos y amigas, den gracias por todo lo que tienen porque es mucho. Seguro que muchos de vosotros tenéis lo que llamo sensatez crónica. Si algún día me véis convertido en un insensato os autorizo a que me déis una ostia.

Ese difícil equilibrio entre tú y yo

Encargarse de uno ya es difícil. Yo a veces no me aguanto ni a mí mismo.
Más difícil es mantener un equilibrio entre tú y yo. En este equilibrio está lo que yo quiero, lo que tú quieres, lo que en realidad no quiero y no te digo y lo que en realidad tú no quieres y no me dices.
A veces no he sido lo suficientemente sincero conmigo mismo por intentar serlo contigo. O al revés. Y en ese momento pienso que lo estoy haciendo bien cuando en el fondo la estoy cagando porque traslado mi deseo hacia el tuyo y luego con el tiempo quiero hacerte pagar eso que en principio di sin esperar nada a cambio. Renuncio no de forma gratuita y todo por no decir en el momento lo que quiero y lo que no.

Difícil aprendizaje, difícil equilibrio, ese que existe entre tú y yo.
Las personas a veces nos dejamos y nos olvidamos por el otro, por ese al que creemos querer bien cuando lo que conseguimos al final del camino es no querer bien al otro y no quererse ni a uno mismo.
Deshaciendo el trabalenguas del lenguaje: quererse a uno mismo para querer al otro. Ser asertivo, que no es más que decir lo que uno quiere y lo que no quiere de forma natural.
El no quererse a uno mismo es un peso que proviene de alguna otra vida que vamos arrastrando y que nos supone un lastre que por algún motivo no soltamos o no queremos soltar. El error está en pensar que el otro nos va a resolver nuestras carencias existenciales. La tabla de salvación la tiene uno mismo bajo sus pies aunque a veces no la vea.
Soltar la mierda, perdón por la expresión, que llevamos dentro, es lo único que puede hacernos aprender realmente. Abandonar ese lastre, hoy y ahora mismo, en la cuneta de tu camino y convencerse de que una vez te has caído, no hay más que levantarse y tener presente que lo que en un tiempo has hecho mal no volverá a repetirse.
No fustigarse por los errores cometidos cuando has amado, bien o mal lo has hecho, no ha sido tarea de cobardes. Porque querer a alguien implica compromiso, sacrificio, inversión y de todo se aprende en esta vida, también de lo que no nos sale bien. Porque en los fracasos, dicen, está el verdadero aprendizaje.
Todos buscamos amar, ser amados y mantener ese frágil pero bonito equilibrio entre tú y yo.