viernes, 5 de mayo de 2017


Actitud

La vida nos va trayendo todo lo que nos tiene preparado mientras avanzamos por ella.
A veces nos trae cosas buenas, otras veces no tan buenas.
 
Cada día tratamos con personas que nos hacen la vida muy fácil pero a veces hay situaciones complicadas y hechos que se nos escapan, que no controlamos.
 
Pero... cómo afrontamos las adversidades? Pensamos en nuestra actitud frente a los hechos de cada día?
Cómo encajamos algunos "jarros de agua fría", decepciones (pequeñas o grandes)...
No hablo de grandes desgracias personales, esas hay que sufrirlas y con derecho a sentirnos mal.
Me refiero más bien a si sabemos relativizar las cosas, a si tenemos claro qué es lo importante realmente.
 
¿Cuántas veces nos cabreamos por nimiedades?
En la sociedad en la que vivimos, competitiva, voraz, en la que todo va deprisa, en la que nos hemos deshumanizado, en la que si saludas al de al lado en el metro te tachan de loco... ¿cómo mantenemos la cordura? ¿se puede? Porque el mundo está lleno de tarados... pero entonces ¿yo debo también serlo?
 
 
 
¿Brillamos?


 
Me es muy difícil a veces no desanimarme. Me es muy difícil a veces sobreponerme al día a día, con personas a mi alrededor que están taradas!
 
Bastante complicado es todo... me parece a mí que esto de estar siempre, cada minuto, motivado... ardua tarea!
 
Quizás lo que nos diferencie de otros sea nuestra actitud. Aunque no sea fácil debemos, en cada segundo, hacer ese ejercicio de relativización para no perder de vista nuestro objetivo vital.
 
Si tenemos trabajo, salud, nuestros familiares y amigos están bien y encima tenemos para algún que otro capricho... ¿de qué podemos quejarnos? Estamos dentro del 4% de la población mundial privilegiada que cumple estos requisitos!
 
Para brillar... nos lo debemos currar... pero la vida es corta y ... no debemos gastar energías en aquellas cosas que nos hagan perder el norte excesivamente.
 
Si aprendemos a tener presente esta reflexión seguro que nuestra actitud iremos a 30000 W por la vida!