Conduzco mi coche, parado en un semáforo oigo la música, esa que tanto me gusta. Veo la gente caminar agetreada, ya cae el día y hay que ir a casa a hacer la cena.
Aquí y ahora, este instante es el que cuenta.
Nos solemos proyectar siempre hacia el futuro, no solemos prestar demasiada atención a lo que hacemos en el preciso instante. No saboreamos esas pequeñas cosas que tenemos aquí y ahora.
El ritmo de los días no lo permite. Nos puede, nos supera.
Hay días en los que pienso si el ritmo de vida que llevamos nos deja vivir.
Deberíamos ser más conscientes del aquí y del ahora, de este instante que ya pasó y que no volverá.
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